La Agencia de Seguridad de Ciberseguridad e Infraestructura de Estados Unidos (CISA) informó el lunes que no hay evidencia de que otras agencias federales de Estados Unidos hayan sido hackeadas durante el reciente ciberataque al Departamento del Tesoro en diciembre.
El Tesoro confirmó la brecha el 30 de diciembre, atribuyendo el ataque a hackers respaldados por el gobierno chino. Se informó que los hackers tuvieron acceso remoto a las estaciones de trabajo de los empleados del Tesoro y a documentos no clasificados. Se obtuvo una clave privada de uno de los proveedores tecnológicos del Tesoro, BeyondTrust, utilizada para soporte técnico remoto. Aún no se sabe cómo se logró robar esta clave. Según el Washington Post, los hackers se dirigieron específicamente a la oficina de sanciones globales del Tesoro.

Un portavoz del gobierno chino en Washington, D.C., negó previamente las acusaciones.
CISA declaró el lunes que continúa monitoreando la situación y coordinando con las autoridades federales para garantizar una respuesta completa al ciberataque al Tesoro.