Kesha ha eliminado el signo de dólar de su nombre, pero ahora, la cantante está pensando en dinero nuevamente, no para ella misma, sino para financiar la ronda inicial de su nueva empresa emergente, Smash.
Según la publicación de Instagram de Kesha, Smash será una “plataforma comunitaria para conectar y proteger a los creadores de música”, lo cual se alinea con la misión de su nueva discográfica homónima, que anunció el año pasado.
La cantante de 38 años que encabeza las listas siempre ha sido más que una chica de fiesta vestida de brillantes que canta sobre cepillarse los dientes con Jack Daniel’s. Debajo de su contagiosa música pop de los años 2010 hay una historia más oscura, en la que se sintió despojada de su poder, tanto como artista como persona, por un contrato discográfico depredador que firmó cuando era adolescente.

Después de una traumática batalla legal pública con su productor, Kesha dice ahora que es una “mujer libre” y está haciendo nueva música. Tanto su discográfica, Kesha Records, como la aplicación Smash buscan ayudar a otros a crear música sin comprometer sus derechos creativos.
“Quiero un lugar donde los artistas y creadores de música de cualquier tipo puedan tener una comunidad, puedan colaborar, puedan contratarse entre sí y mantener todos los derechos de todo lo que crean”, dijo Kesha en una entrevista con WIRED. “No hay impedimentos para los contactos”.
Luego describió la aplicación como “LinkedIn para creadores de música” o un “mercado al estilo de Fiverr”. La diferencia es que Smash planea priorizar los derechos de los artistas en cada etapa.