La brecha de habilidades en IA es real. Un estudio reciente de Randstad, la empresa de reclutamiento, encontró que las publicaciones de empleo que hacen referencia a habilidades de IA generativa han aumentado un 2,000% desde marzo. Es el tercer conjunto de habilidades más buscado y uno de los menos disponibles.
El paso lógico para las empresas de gran envergadura es nombrar a un oficial principal de IA (CAIO) para impulsar sus esfuerzos. A principios de este año, Dylan Fox escribió un artículo de opinión argumentando que todas las empresas del Fortune 500 necesitan un CAIO.
«Las empresas que no integran la IA en sus productos, operaciones y estrategia empresarial tendrán dificultades para mantenerse competitivas, y quedarán rezagadas frente a aquellas que sí lo hacen», escribió Fox.
Es un argumento convincente que tiene sentido a nivel empresarial. Pero, ¿qué pasa con los demás? Las startups y las empresas en crecimiento también necesitan integrar la IA de manera tan urgente, especialmente si están tratando de recaudar fondos en este momento de la IA. Sin embargo, a menudo no tienen los recursos ni la estructura organizativa para apoyar a un ejecutivo senior enfocado exclusivamente en la IA.

Aquí es donde entra en juego un oficial fraccional de IA. El liderazgo fraccional es una tendencia reciente en la fuerza laboral: ejecutivos experimentados con experiencia en un tema trabajan simultáneamente con dos o más clientes, aportando sus talentos a empresas en rápido crecimiento que necesitan su conjunto de habilidades específicas pero que no pueden costear a tiempo completo.
Aquí está la clave: tener un oficial fraccional de IA es superior a contratar a tiempo completo en un aspecto crucial. La IA, especialmente la IA generativa, es una tecnología tan nueva que la amplitud de experiencia en múltiples empresas da a los ejecutivos fraccionales una ventaja sobre sus contrapartes a tiempo completo.
Las tres etapas de adopción de IA
Si bien la promesa de la IA generativa es significativa, es difícil para las empresas establecer métricas de ROI confiables temprano en la curva de adopción, especialmente en un entorno donde se espera que las empresas sean más conservadoras en el gasto.